¿Por qué es importante asegurar nuestras cargas marítimas?
Más allá de los riesgos comunes del transporte marítimo y de los siniestros a los que está sometido un buque (naufragio, colisión, incendio, etc.), la avería gruesa es un tipo siniestro poco conocido al que nos podríamos enfrentar, aun cuando nuestra mercadería no hubiera sufrido ningún daño durante el viaje.
¿Qué es la avería gruesa?
Esta se da cuando, intencionada y razonablemente, se causa un daño o gasto extraordinario para la salvación común de los bienes comprometidos en un buque con ocasión de estar todos ellos amenazados por un peligro. Esto implica que, ante la amenaza de un daño mayor, la empresa marítima decide sacrificar mercadería para salvar al buque y su carga o parte de ella.
Para esto, todos los propietarios de la carga (incluso aquella que no hubiera sido dañada) deberán contribuir solidariamente con los costos de la pérdida. Para ello, las Reglas de York y Amberes ofrecen un procedimiento para distribuir los costos relacionados con la declaración de avería gruesa, donde se considera el valor tanto de la carga como del buque, así como la medida del sacrificio hecho para salvar ambos. De este modo, la distribución de costos permitirá una asignación equitativa entre todas las partes implicadas.
Algunos de estos gastos podrían relacionarse con desechar alguna mercancía que está
afectando la estabilidad del buque, reducir el peso a bordo de este para intentar reflotar o
casos en que el buque y/o la carga hayan sufrido pérdidas para salvar el viaje.
Algunos casos mundialmente conocidos de declaración de Avería Gruesa:
– Encalladura del buque EVER GIVEN en el Canal de Suez en marzo de 2021
– Incendio en el buque Zim Charleston en agosto de 2022
– Varadura del buque Ever Forward en abril de 2022
– Derrumbe del puente de Baltimore por el buque Dalí en Marzo de 2024
– Incendio del buque Maersk Frankfurt en Julio de 2024
En esos casos, todas las partes involucradas, armador y dueños de las cargas, debieron
contribuir con los gastos de la reparación de los daños. Para ello se designa a un liquidador y se calcula la cuantía del salvamento, la cual se distribuye proporcionalmente entre las partes.
Por tanto, se requerirá una garantía proporcional a todos los propietarios de la carga antes de que ésta les sea entregada, previo pago del flete y depósito de la garantía con los documentos necesarios, basándose en la cláusula «Lost or Not Lost» del aseguramiento marítimo.
Lo importante de esto es que todo exportador o importador que aseguró su carga, podrá estar protegido frente a la declaración de avería gruesa.